Cada vez que el sol llega a un signo cardinal cómo lo es Libra, nos adentramos en una nueva estación: la primavera, para el caso de quienes habitamos el hemisferio sur. Un nuevo periodo solar se activa que nos permite resetear las energías y reorientar la ruta por al menos tres meses hasta que el solsticio de verano, próximo diciembre, nos sorprenda con nuevos aprendizajes y crecimiento.
Conectar con las estaciones de la tierra, es conectar con la naturaleza y por ende reconectar con nuestro propio ser, solo entendiendo el fluir de cada ciclo, comprendemos hacia donde nos está conduciendo la vida, regresar a la tierra es estar presentes y conscientes de nuestra existencia misma.
¡Y la estación de la primavera es puro y claro florecer!
¿Libra un signo lider?
Como dijimos anteriormente, sí, Libra es uno de los signos cardinales junto a Aries, Cáncer y Capricornio, quienes dirigen la energía hacia alguna melodía particular, quienes dan la bienvenida, conducen y guían el camino de inicio.
Libra puede parecer un signo “suave”; sin embargo, tiene mucho de iniciador y líder, es Libra quien nos abre las puertas hacia le otre, hacia lo vincular, es un signo cargado de potencial para generar acuerdos, es quien inicia esa conversación, quien genera el diálogo y guarda las llaves del misterio del equilibrio.
Libra y la carta del equinoccio
Recordemos, para quienes aún lo olvidan, que los nodos lunares están cambiando de eje hacia Aries y su complemento, Libra; por lo que cada vez que ingresemos energéticamente a uno de estos dos signos, se van no solo a producir los eclipses, sino también a mover energías que nos indican qué integrar del pasado, qué transformar y qué soltar para dirigirnos al futuro.
Libra está en el Nodo Sur “la cola del dragón”, pidiéndonos observar nuestros vínculos, y descargar la mochila de todo aquello que esté rompiendo el balance en nuestras vidas.
Sumergiéndonos un poco más, encontramos a Venus, regente de Libra, que se encuentra en Leo, saliendo de su sombra post retrógrada y pasando por tercera vez por esos grados del signo del león, para traernos claridades y resoluciones acerca de todo lo que hemos venido trabajando hace meses: nuestra valoración personal y claro está nuestro potencial de creación y de expresión propia, temas muy Leoninos.
Sin embargo, diría que aún es una Venus conflictuada por las decisiones, Júpiter le hace una cuadratura exacta, pidiendo algún tipo de “sacrificio del ego” para crecer, ¡un acto de fe! Es confiar y lanzarse al otro lado. Es un avanzar a ciegas en el que no se sabe si nos toque tomar vuelo o estrellarnos contra el piso, de cualquier forma, el crecimiento está asegurado.
Y es que toca mirar más allá de lo que podamos controlar, toca expandir, habitar ese lugar que ciertamente nos pertenece, pero que nos es desconocido aún.
Es curioso, pero es así como funciona la astrología y la vida misma. Libra habla del equilibrio y Aries, su opuesto, de la acción, que al fin y al cabo siempre son lo mismo, aunque puedan parecer contradictorios. No hay equilibrio en la quietud, el equilibrio siempre es dinámico.
Días después del equinoccio se llevará acabo la luna llena en Aries, que finaliza un proceso que inició seis meses atrás. Hay una culminación que recae propiamente en lo personal, dinámicas muy Ariana ¿Qué quiero? ¿Qué necesito? ¿Quién soy? ¿Cómo me vinculo con mi propia existencia? Toca ajustar cuál es nuestro papel en el mundo, entendiendo que ese rol siempre está en constante cambio de formas.
Es una estación que nos ayuda a discernir, a detectar que es prioridad, a observar nuestras dinámicas y donde colocamos nuestra energía. Así también, observar que es valioso para nosotres frente a lo que es valioso para otres.
Y es que observar a quien tenemos al lado es revelar nuestras elecciones y por ende revelarnos a nosotres mismes. ¡Que empiece el juego de los opuestos..! ¡Que empiece Libra!